Recomendado para viajeros solos

El lugar tenía una vista espectacular que no me canso de mirar. Además, la anfitriona era como una madre, te hacía sentir en casa desde el primer momento.

No fue barato, pero estaba dentro de lo aceptable.

espectaculares vistas y cercanía a atracciones de gijón

Disfruté de unas vistas espectaculares desde mi habitación y la anfitriona siempre fue muy amable y atenta, haciéndome sentir como en casa durante mi estancia. además, la cercanía a la senda del Peñafrancia, que está a menos de 10 minutos a pie, me permitió explorar la naturaleza y disfrutar de un paseo relajante.

el personal fue muy amable y siempre atento, especialmente tere, quien nos brindó un trato cálido. disfrutamos de unas vistas impresionantes y del desayuno abundante lleno de opciones deliciosas que superaron mis expectativas por completo.

la calefacción tardó en calentar la habitación.

poco frío pero vistas espectaculares

Las vistas desde mi habitación eran realmente impresionantes. Tere, la anfitriona, fue muy atenta y amable durante toda nuestra estancia, siempre lista para ayudarnos.

La calefacción tardó un poco en calentar la habitación al llegar.

Hotel encantador con vistas impresionantes y mucha tranquilidad. La dueña es un amor, y te hace sentir como en casa. Las habitaciones son amplias y super limpias, ideal para desconectar y disfrutar del paisaje asturiano.

La calefacción fue más lenta que un caracol en vacaciones, ¡y eso que estamos en el campo!

Las vistas desde la habitación eran impresionantes y el desayuno era tan abundante que superó mis expectativas. Tere, la anfitriona, hizo que nuestra estancia se sintiera como en casa.

Recomiendo disfrutar del desayuno en la terraza con vistas, es un momento realmente especial para comenzar el día.

Encantador lugar para relajarse en la habitación acogedora con vistas increíbles, y disfrutar de desayunos abundantes y artesanales.

tranquilidad y comodidad

Me encantó la habitación, era amplia y tranquila, ideal para hacer una buena desconexión. La anfitriona siempre estaba dispuesta a ayudar y preparar un buen desayuno, que podías comer en la terraza con esas vistas brutales. Ahora, el frío de noche fue un poco molesto, ya que la calefacción tardó en calentar la habitación.

El hotel es limpio y tranquilo, muy caro para lo que ofrece.

El hotel ofrece vistas espectaculares que son realmente impresionantes.

El precio es excesivo para lo que ofrece, especialmente en agosto. Me resultó incómodo que el restaurante estuviera solo abierto para huéspedes, limitando las opciones. La ubicación es un poco alejada de áreas más animadas, lo que complica salir a cenar sin tener que depender del coche.

La habitación era amplia y tranquila, perfecta para desconectar. Las vistas eran impresionantes, podías ver todo el paisaje y era muy relajante. El mobiliario era cómodo y el colchón súper bien, dormí como un bebé. Aunque al principio la calefacción tardó en calentar, al final estuvo agradable. Un par de arañas aparecieron, pero eso es un poco normal en el campo. En general, el ambiente era acogedor y me sentí como en casa.

El desayuno en El Mirador fue una delicia total, con opciones veganas que me dejaron alucinado. La anfitriona preparaba cada plato con tanto cariño que sentía que estaba en casa. Además, la habitación era amplia, cómoda y las vistas eran simplemente espectaculares, perfectas para relajarse en cualquier momento del día.

Aunque el restaurante solo era para huéspedes, lo que dejaba un poco que desear, nada opacó mi estancia. Las vistas y el tratamiento fueron tan buenos que la falta de opciones externas se pasaba por alto.

este hotel es super acogedor, la anfitriona es un amor y se siente como en casa. la habitación es grande y tranquila, el colchón es una maravilla, dormí como no lo hacía desde hace tiempo. el desayuno, tremendo, super casero y rico. las vistas, brutales, todo muy limpio y en orden. todo perfecto para desconectar y disfrutar del paisaje, sin duda volveré.

lo único malo fue que el navegador no llevaba al lugar correcto, es recomendable buscar en google antes. y, a veces el internet es un poco lento.

La ubicación en Deva es increíble, con vistas espectaculares. La habitación que ocupamos era muy amplia, limpia y acogedora. Tere, la propietaria, tiene una amabilidad que se siente genuina, siempre dispuesta a ayudar y hacer que la estancia sea más agradable. Los desayunos son realmente abundantes y deliciosos, todos preparados con atención. Sin embargo, el primer día notamos que la calefacción no estaba encendida al llegar por la noche, lo que hizo que la habitación fuera un poco fría al principio. Aunque luego encendieron la calefacción, tardó en calentar por completo. había ciertos ruidos exteriores, como ladridos de perros, que resultaron un poco molestos por la noche. Encontré un par de arañas en la habitación, lo cual no me gustó, aunque entiendo que estamos en el campo. Sin embargo, esto no arruinó mi estancia ya que el ambiente y la atención compensaron esas incomodidades. Sin duda es un lugar para repetir, especialmente por la cercanía a Gijón y el trato tan cálido que recibimos.